martes, 2 de septiembre de 2008

Emile Cioran - En las cimas de la desesperación

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Crudos escritos y desgarradores pensamientos sobre la existencia.

Aquí, Cioran, surgido en las profundidades de Transilvania, escribe a sus 21 años este libro en el borde mismo del suicidio, y uno se da cuenta fácilmente.

“En las cimas de la desesperación”, su título le queda perfecto, nos indica precisamente lo que nos vamos a encontrar, la desesperación misma expresada en palabras. Y, en el fondo, nos podemos sentir, de tanto en tanto, identificados con el pensador rumano, pesimista y lúcido en extremo, que odia tanto la vida como la muerte. En algunos capítulos hace un análisis de las consecuencias filosóficas del insomnio, mirando al sueño como arma liberadora, como un “dador de un nuevo comienzo”, y el insomnio la negación, un estado que puede llevar al suicidio o a una vida atormentada.

Nos recuerda a la anécdota de Tales cuando, diciendo que para él sería lo mismo estar muerto que estar vivo” alguien le preguntó “¿Y por qué no te matas?”, a lo que responde… “Porque sería lo mismo”.

Nos pone la piel de gallina el leer palabras tan fuertes expresadas con tanta sinceridad.

"...La muerte me repugna tanto como la vida. No tengo la mínima idea de por qué me encuentro en este mundo. Experimento en este momento una imperiosa necesidad de gritar, de dar un aullido que horrorice al universo. Siento que asciende en mí un fragor sin precedentes y me pregunto por qué no estalla para aniquilar a este mundo, que yo sepultaría con mi nada. Me considero el ser más terrible que haya existido nunca en la historia, un salvaje apocalíptico repleto de llamas y de tinieblas. Soy una fiera de sonrisa grotesca que se contrae y se dilata infinitamente, que muere y crece al mismo tiempo, exaltada entre la esperanza de la nada y la desesperación del todo, alimentada con fragancias y venenos, abrasada por el amor y el odio, aniquilada por las luces y las sombras. Mi símbolo es la muerte de la luz y la llama de la muerte. En mí todo destello se apaga para resucitar convertido en trueno y relámpago.
¿Acaso no arden hasta las tinieblas dentro de mí?"
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1 comentario:

ALBERTO dijo...

Hola adicto a la lectura, yo tambien lo sot :), y mas que nada de la obra de Cioran que estan efervescente.
Saludos!